- Para!!!
Gritó, pero seguí corriendo, de eso dependía el termino de mi búsqueda, hasta que sentí como que la tierra me afirmo las patas y me detuve al instante, a menos de 20 centímetros de mi nariz paso el tren de carga.
Mire atrás y Sadi y me miraba
- estas un poco sordo?
- No, le respondí, es que ya has mentido tantas veces que creí que esta era otra más de tus jugarretas.
- Bueno, ahora respira un poco y vámonos, el camino es mejor por acá, es probable que si seguíamos tu instinto termináramos en la perrera otra vez
Me llevo a un descampado, una que otra flor crecía en medio de toda esa maleza que lastimaba mis patas, solo espero que el camino sea corto
- estamos a muy lejos?, pregunte sin ninguna esperanza
- mas o menos, mira la cosa es la siguiente, primero debemos llegar a un pequeño pueblo donde nos espera alguien con mas información, los datos que me fueron entregados no decían mucho
- y sonde confianza?
- Si, tranquilo, lo ultimo que podría creer es que mi propio padre quisiera engañarme
- Bueno, tú intentaste matarlo…
- Si, si lo admito, pero fue una mala jugada de mi mente enferma, tu crees que alguien quisiera matar a su padre
- Sadi, hasta un perro pierde la cordura
- Pero siempre es bueno tener a alguien que te ayude a recuperarla., bueno calla y sigamos que aun hay mucho por recorrer
- Y hacia donde es?
- Ves esas montañas?
- Si
- Bueno hay que cruzarlas y después…
Al parecer la travesía seria mas larga de lo que creía, las montañas estaban lejanas, felizmente el tiempo nos acompañaba.
Llegamos a un bosque, ahí comimos unas plantas dulces, después encontramos unas gallinas, que nos complementaron un poco mas la pobre comida. Llegamos a un río, descansamos en una cueva, había empezado a llover. Me sorprendió lo bien que llevaba Sadi todo esto, yo estaba un poco molesto pero a el parecía no importarle nada. Sadi era un perro de hogar, alimentado con comida casera, de peluquería semanal y cuidados que ya se quisiera un niño. En cambio yo, como decía mi dueño, solo era un perro de batalla, de bolsa de comida, de baño una vez a l mes y de casa en el patio. Somos vecinos pero al parecer nuestros dueños tenían distintas perspectivas de cómo criar a un perro.
Hace un tiempo atrás, encontré en mi casa una foto mía, con otros perros pequeños muy parecidos a mi, le pregunte a Sadi que podría ser, el me dijo que lo mas probable es que fueran mis hermanos. Bueno, al parecer tengo una familia, y quise conocerla, así que se me ocurrió salir a buscarla. Sadi mas viejo y por ende mas sabio que yo me sugirió algunas ideas que a mi me parecieron un tanto locas, así que quise salir por las mías, pero siempre que lograba llegar a la calle, me tomaban del collar y me metían de nuevo a la casa.
Sadi preparo un plan, hizo algunos contactos y encontró el lugar donde me compraron, si me compraron, como quien va por un helado o una alfombra, tuve un precio, me siento tan puta…
Llego el día de salir, la mañana de una primavera, estaba listo para mi viaje, Sadi, llego a despertarme para que no se hiciera tarde, logramos salir de nuestras casas, y llegamos al punto en que si seguía la línea recta podría llegar a mi primer destino.
Me despedí, me dijo que no me dejaría ir solo, le recomendé que se quedara, tenia un buen hogar y una buena familia, lo extrañarían, me replico que yo tenia lo mismo. Me dijo que seria la ultima oportunidad de una aventura en su vida, se hacia viejo y ya sentía que pocas fuerzas le quedaban, le volví a repetir que por lo mismo es mejor que se quedara en casa. Me despedí y salí corriendo para que no me alcanzara, me grito no lo obedecí, me volvió a gritar, y las extrañas fuerzas de la tierra o el sexto sentido perruno que actúa solo me detuvo y me salvo de ser atropellado por el tren.
- Sadi, paro de llover
- …
- Sadi?... Sadi?.. Saaaaaaaaaaaaadiiiiiiiiiiii!!!!!
- Calla perro! Y apúrate, encontré algo de comida, come antes que lleguen los insectos y sigamos con nuestro camino
Comí desesperado, ya era de mañana otra vez, salí de la cueva, estaba despejado, la luz me cegó por un rato, hacia frío pero ya recuperada la marcha logre entrar en calor.
Después de algunas horas caminando llegamos aun pequeño pueblo, con casas de adobe, de muchos colores, poca gente en las calles, el frío era terrible. Nos acercamos a la esquina que podríamos encontrar a alguien que supiera más información, no había más que un árbol.
- se les perdió algo? Nos dijo una voz femenina que no sabíamos de donde venia.
- Necesitamos saber donde encontrar la tienda de animales, pregunto Sadi
- Bueno, lamento informarles que la tienducha esa ya no existe, el dueño enfermo y al morir sus hijos la cerraron dejando a todos los animales a su suerte
- Podrías salir de tu escondite? Le dije un poco molesto
- Esta bien
Del árbol bajo como si pisara sobre esponjas una gata blanca, de pelo largo y motudo, como una nube, se acerco y sentó frente a nosotros. Sadi quedo sorprendido, y yo la quería morder.
- Calma amigo!, me dijo la gata, Soy Blanca, mucho gusto
- Ufff... un derroche de originalidad, comente
- Siempre es tan simpático tu amigo? Pregunto Blanca a Sadi
- Solo cuando tiene un poco de frío y hambre
- Síganme, dijo la gata, les conseguiré abrigo y comida y podremos conversar mas a gusto, alguno de ustedes podría llevarme en su lomo, se me congelan las patas
- Sube, le dije a ver si le caía un poco mas simpático…
Se afirmo cuidadosamente con sus uñas en mi lomo, y nos indico el camino, llegamos a una casa que parecía abandonada, había un hombre que nos dejo pasar al vernos con Blanca, Sadi se sentó junto al fuego y yo comí. Blanca limpiaba sus patas de mis pelos, y nos invito a sentarnos, nos contó la historia completa de la tienda, y nos dio algunas indicaciones más, pasamos la noche ahí, y partimos las mañana siguiente, al parecer la aventura será más grande de lo que creíamos….
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