He paseado bastante por esta ciudad, he estado en muchos lugares, en muchas esquinas, calles, puentes, cerros, y demases.
Siempre he descubierto cosas nuevas, tengo la habilidad de ver donde nadie ve (como todos los perros), pero así y todo, he tenido la mala suerte de caer, de tropezar y de desviar mi camino, alejándome en parte de mi meta, cual meta? en realidad no tengo una meta fija, ni muy clara en realidad, solo se que debo llegar a algún lugar un día.
He conocido mucha gente también, muchos que me han ayudado, otros que no me han aportado nada, y otros que ni siquiera vale la pena considerar.
La ciudad, que no tiene un plan para cada uno de nosotros tampoco, solo espera que seamos justos con ella, sin dejarla de lado ni abusar. Por eso es que hace unos años decidí detener mi búsqueda, para no abusar, lo cual es un poco triste, pero la verdad es que ya me había cansado. Espere, con un ansia oculta y desesperante, que algo llegara, y oh! apareció, creí... pero no.
Cerré los ojos una vez mas, decidí perderme solamente, a veces me gustaría que hubiese un bosque para meterme en la noche y ocultarme, o subirme a la copa de sus árboles y observar la vida pasar. A propósito se han dado cuenta de lo lindo que es el canelo? reúne dos de mis cosas favoritas, el bosque y el mar.
En fin, creo que me conformo con la oscuridad de la noche, esa noche que acepta y no discrimina, creo que por eso la gente interesante muchas veces se conoce de noche, es extraño, la gente de noche en la ciudad, es distinta, como actúan de día y como que viven de noche, es por eso que los lugares mas interesantes de la ciudad son oscuros y ocultos (creo...) el año 2008, entre enero y febrero, lleno de rabia, y dolor me puse a caminar, santiago centro norponiente, con mi cámara en mano fotografíe todo lo que se me cruzo en el camino, ahí descubrí muchas cosas que la ciudad tiene y no queremos ver.
La ciudad, nos pone cosas al camino, gente, objetos y situaciones, nos mira como actuamos y decide abrirnos una puerta o cerrarnos otra. Recuerdo, una vez, hace unos 10 años me encontré en un escenario una llave, antigua, de algún metal no común, brillante, aun la conservo. También, hace como 4 años creo, caminando por entre las viejas calles cercanas a mi universidad me encontré otra, mas grande de bronce, opaca, pero no dejaba de ser linda, también una vez en la quinta normal saliendo del MHN, a fotocopiar un libro a
En mis eternas caminatas siempre he tenido la compañía de algún perro amigo, un gato callejero, que al contrario de la gente común nunca se me han alejado, o esas palomas malditas que unas vez me atacaron en la plaza Yungay solo por un súper 8, palomas malditas!! Como las odio!!! La vez que con Cristóbal nos gastamos una luca en comida para gatos, para alimentar a unos gatos chillones que estaban en huérfanos encerrados, y después los desgraciados no se la querían comer, gatos desgraciados! como me gustan!! En cambio los perritos, no se si serán mas weones o menos exigentes, pero se conforman con un pan, con una caluga Pelayo o con mi almuerzo de la u, como ese perro weon que alimente una vez y no le gusto la comida, perro desgraciado! como te quiero!!!.
Hace como una semana me encontré un gato, me siguió un rato, igual entrete, no quería alejarlo, nos sentamos, tomamos café y pie de limón, extraño para un gato. Después me siguió otro rato, lo seguí un rato, y así estuvimos tira que afloja, ya han pasado 7 días, le he tomado harto cariño, le encanta regalonear, y le encanta regalonearme, me amasa con sus patitas y me muerde las orejas, pero lo mas bonito es que al parecer caminamos al mismo paso.
Esta ciudad que muchos odian, y que a muchos cobija es el mejor lugar donde podría estar, es casi como una madre, nos pone a prueba, nos alegra y a veces nos castiga. Pero sea como sea siempre tiene algo hermoso que mostrarnos, y esta vez me toco a mi.
PD: y no se puede... por ahora...
la cancion mas mamonamente estupida que encontre
(entre beyonce y esto, o sea...)
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